Aprendizajes en el Camino de Santiago (y los Beneficios de vivir algo así)
Aquí podrás leer mi experiencia y aprendizajes en el Camino de Santiago, así como los beneficios que creo que puede tener vivir una experiencia como esta.
Ante todo debo decirte que mi experiencia del Camino de Santiago fue corta, pues era el primer viaje de este tipo que hacía y lo hice solo, así que me busqué una variante corta para experimentarme en esa situación.
y… fue una experiencia increíble…
A continuación te voy a contar todo lo que me aportó y por tanto te puede aportar una experiencia así.
📸 Todas las fotos que vas a ver en este artículo fueron tomadas por mí durante el viaje.
Poniendo en Contexto: Camino Inglés de Santiago
Primero vamos a ponernos en contexto, hice el Camino Inglés (6 jornadas) caminando entre 15 y 27 km diarios y partiendo desde Ferrol. La verdad es que hago mucho deporte e iba muy bien preparado, así que no tuve casi problemas físicos ni logísticos.
Bueno… en realidad sí tuve un problema físico, que no era evitable, pero esa es otra historia…
Lo que quiero decirte es que es prioritario ir bien preparado para poder estar presente en la experiencia en sí del camino que estás viviendo y no con preocupaciones por problemas físicos o logísticos, que la mayoría son… ¡evitables!.
El punto de inicio del Camino Inglés de Santiago, en la zona del puerto de Ferrol
Compañía y Soledad en el Camino
Aunque me juntaba con personas que fui conociendo, (sobretodo con un grupo de chicos de Valencia que eran de mi misma edad), buscaba a ratos también la soledad, y vivir la experiencia interna, reflexionar sobre mi vida, observar esas tierras mágicas y esa naturaleza en la que me adentraba.
Un bosque increíble en mitad del camino @marc.nr
Y gracias a eso viví anécdotas que recordaré siempre, y conocí a más personas, que si hubiese permanecido en grupo todo el rato. Las personas cuando te ven solo se abren mucho más y tu presencia genera más interés o intriga.
Vamos con los aprendizajes y/o beneficios:
Aprendizajes y Beneficios del Camino de Santiago (mi experiencia):
- Descubrir una gran gama de personalidades y estilos de vida diferentes, muchos de ellos inimaginables. Lo que te enriquece el punto de vista.
Te vas a acostumbrar a tratar con personas muy diferentes, personas que viven viajando eternamente, personas con muchas experiencias vitales, personas de ciudad experimentando, o incluso personas de pueblo que no conocen otra cosa más que su propio estilo de vida.
Cada visión tendrá unos códigos diferentes y esto ayuda a ampliar tu perspectiva y te da una mayor conciencia sobre ti mismo, gracias a los contrastes.
- Acostumbrarse temporalmente a no tener un centro (Instinto nómada).
Parece que no, pero tu mente se adapta, y es capaz de crear sus rutinas en lo cambiante. Creas estructuras propias, que luego trasladarás con sus equivalentes al nuevo lugar al que vayas.
Me sorprendió muchísimo poder acostumbrarme a eso en pocos días.
Una casa que parece sacada del Señor de los Anillos – te encuentras con muchas maravillas como esta en el camino
- Aprendes a escuchar tu voz, porque no te queda otra.
Si no te escuchas, te desestabilizarás. Quizá necesitas parar a comer, a descansar, a estar a solas un rato, quizá necesitas ordenar todas tus pertenencias y salir más tarde porque puedes estar tendiendo al caos.
- Aprendes a gestionarte y focalizarte principalmente en lo esencial durante el camino.
Relacionado con el punto anterior, si es la primera vez que haces algo así, la organización puede tender fácilmente al caos, en ese punto o priorizas o pierdes el control.
- Aumentas tu capacidad de tolerancia a diferentes situaciones.
Vivirás situaciones de todo tipo.
- Puedes mejorar tu capacidad y calidad de sueño.
La combinación entre acabar agotado + adaptarte constantemente al cambio = maravilla para desensibilizarte a la hora de dormir.
Tras la pandemia, empecé a tener problemas para dormir bien, me había recuperado pero no era como antes. Y esto fue una cura, me adapté a dormir cada noche en un lugar, con condiciones distintas y con diferentes personas (solo tuve dificultad la primera noche del camino, como era de esperar).
Desde que vivo este tipo de experiencias, mi calidad del sueño ha mejorado mucho en general.
Aunque es una facultad que se puede ir perdiendo, ya que la mente se vuelve a adaptar a todo. Y por eso soy partidario de ir añadiendo experiencias de cierto estrés o de contraste a la vida, cada X tiempo, a modo de hormesis.
- No todo es de color rosa y está bien que así sea.
Pueden haber momentos malos, en mi caso especialmente al principio.
Pero tarde o temprano, en cuanto te adaptas puedes empezar a fluir y sentir que todo tiene su momento, sus ventajas y desventajas. Y como decía un cuento que le escuché a Mario Alonso Puig, «agarra aquello que encuentres en tu camino».
- Detectas que hay lugares con los que tienes más feeling que con otros.
Es curioso y misterioso, pero al estar constantemente cambiando de lugar, vas notando mucha diferencia entre las localidades (esto lo puedes comprobar también en viajes largos en los que vayas cambiando de ubicación y de residencia).
Notas incluso mucha diferencia en ti, hay lugares con los que conectas y tienes una sensación de estar en casa, y en otros por contra te subyace una sensación más fría, y desconectada.
Escultura de Artemisa o Diana en la plaza central de Betanzos, un lugar con el que conecté mucho y me sentí como en casa
- Reconectas con facetas humanas más basadas en la ayuda mutua y el compartir.
La ayuda entre caminantes, y el trato con personas locales, te puede reconectar con la humanidad que en la gran ciudad no está tan presente (en caso de que seas de una gran ciudad, como yo).
- Experiencias de este tipo te moldean el carácter y las creencias que tienes sobre ti, que posiblemente pasarán a tu inconsciente. Esos recursos estarán para las situaciones en que los necesites.
Las experiencias retadoras como esta (hablando de la experiencia pura, en solitario, sin ayudas, cargando con la mochila y durmiendo en albergues públicos) se podrían entender como antiguos ritos de paso o iniciaciones.
Desde luego, algo cambia dentro de ti o algo se despierta. Claro que también depende mucho de cómo vivas la experiencia (solo, acompañado…) y el punto psicológico del que partas.
- Momentos de conexión plena con el presente, desaparece a momentos el miedo y fluyes con la experiencia.
Jamás había visto una babosa naranja @marc.nr
- Es una experiencia de contraste. Las experiencias de contraste pueden ayudar a sanar, aclarar la mente y tener una mayor perspectiva sobre lo que quieres y quién eres.
La catedral de Santiago desde el parque de la Alameda @marc.nr
- Relacionada con la anterior, desconectas de tu vida.
Tomas perspectiva desde la distancia, lo que te puede hacer tener una visión nueva acerca de tu vida.
- Puedes tener una pequeña crisis al volver.
Es una experiencia tan intensa, estimulante y que aflora tantas cosas que provienen de dentro, que al volver a tu antiguo mundo, hay un contraste, toda esa magia ahora no tendrá lugar. Pero también es la gracia, aunque sea incómodo, puede removerte por dentro y provocar cambios o ajustes en tu vida. Un equilibrar el nuevo interior, con modificaciones en el exterior.
Está claro que es un salto evolutivo para tu mente, una experiencia para aflorar facetas y recursos dormidos.
Hice mi propio Finisterre particular en a Coruña, otro lugar con el que conecté de una forma increíble. Y parece que el camino quiso despedirse regalándome ese arcoíris, para terminar mi viaje llegando al Atlántico @marc.nr
Espero que te haya gustado, ¡un saludo!
Espero que te haya gustado
Aquí has podido leer algunos aprendizajes y beneficios que yo extraje del Camino de Santiago, espero que te sirva. Si tienes algo que aportar sobre el tema estaré encantado de leerte aquí abajo.
Un saludo
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Emprendedor y Buscador de Respuestas. Espero poder aportarte conocimiento para mejorar tu camino.
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